BITÁCORA DE REFERENCIAS

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viernes, 1 de febrero de 2019

Imagen inicial: A treasure is found.



A very interesting picture is found in a restoration work.




28 de enero del año 2.019. Obras de remodelación de la margen izquierda del Río del Oro.









28 de enero del año 2.315. Noticiario local de la mañana.


Expertos en arte comienzan el estudio de la obra pictórica recientemente encontrada detrás de un falso muro de mampostería de piedra, en el margen izquierdo del Río del Oro. Las primera hipótesis sugieren que podría llevar oculto más de 200 años, según reveló un equipo de investigadores.
El descubrimiento suscita controversia en el mundo del arte, ya que para lograrlo se practicaron orificios en un muro de piedra realizado completamente a mano, como era costumbre en época para este tipo de trabajos de albañilería. Los rastros de pintura fueron hallados gracias a microcámaras colocadas a través de la obra.
Según los especialistas, se encontraron vestigios de la misma pintura analizada en varios ejemplos del movimiento denominado arte callejero de finales del s. XX o principios del XXI. El director de la investigación, Romualdo Seracci, transmitió a la prensa que se cree que pueden provenir de parte de la colección perdida del genio protomilenial conocido como The Rules, datada en los últimos años del siglo XX.
Según Seracci, quien lleva trabajando en la búsqueda de las obras de The Rules unos 20 años, la pintura en spray de colores,  técnica muy utilizada en la época, tiene una composición química compatible con la usada por el genio protomilenial en otras de sus obras.
 “Aunque estamos aún en la fase preliminar de la investigación y hay aún mucho trabajo que hacer para poder resolver el misterio, las pruebas demuestran que estamos buscando en el lugar adecuado”, dijo el investigador.
La obra debió permanecer a la intemperie al menos 30 años y muchos pudieron admirarla y se cree que incluso reproducirla, dado el parecido que guarda la protagonista con la joven retratada en otras obras encontradas, aunque también pudiera tratarse de una modelo de la época, se sigue investigando su posible identidad.
Además de los restos de pintura aplicada con spray de colores, se localizó pigmento negro aplicado mediante un utensilio muy popular hasta mediados del siglo XXI, denominado brocha, la utilización de este utensilio resultaba bastante lenta y tediosa ya que se debía recargar de pintura cada pocos segundos.
El equipo de Seracci trabaja en esta investigación con el apoyo de la InterNational Geographic. El estudio de esta obra maestra, que según algunos expertos podría ser una de las más significativas de The Rules, es "una iniciativa importante" para la InterNational Geographic Society, se afirma en un comunicado divulgado por el vicepresidente ejecutivo de esa sociedad.








Found & As Found - Smithson´s.


Lo “así hallado” y lo “hallado”
Alison y Peter Smithson
1990

Visto desde finales de la década de 1980:

Lo “así hallado”, donde el arte consiste en recoger, dar vuelta y poner cosas juntas…
y lo “hallado”, donde el arte consiste en el proceso y en el ojo alerta…

Retrospectivamente… Lo “así hallado” en arquitectura:

En arquitectura, la estética de lo “así hallado” fue algo que creímos nombrar a principios de la década de 1950, cuando conocimos a Nigel Henderson y vimos en sus fotografías un reconocimiento perceptivo de la realidad alrededor de su casa de Bethnal Green: juegos infantiles dibujados en la acera, repetición de un “tipo” en las puertas usadas como vallados de los solares, cosas entre los escombros de los solares bombardeados, como la típica bota vieja, montones de clavos, fragmentos de sacos o mallas, etc. 1
Cuando nos propusimos la tarea de repensar la arquitectura a principios de la década de 1950, con lo “así hallado” nos referíamos a no sólo a los edificios adyacentes, sino también a todas las huellas que constituyen recordatorios en un lugar y que deben leerse averiguando cómo el tejido construido existente del lugar ha llegado a ser lo que es. De ahí nuestro respeto por los árboles añejos como los “estructuradores” existentes de un solar donde el edificio es el nuevo por llegar… A medida que la arquitectura empieza a pensarse, su ideograma debería verse afectado por lo “así hallado” de manera que lo convierta en algo específico del lugar.
De este modo, lo “así hallado” fue una nueva mirada sobre lo ordinario, una apertura a cómo las “cosas” prosaicas podrían revitalizar nuestra actividad creativa, un reconocimiento que se enfrenta a cómo era en realidad el mundo de posguerra, en una sociedad que no tenía nada. Uno trataba de agarrar lo que había, cosas antes impensadas… A su vez, esto influenciaba forzosamente –como se ve en la capa de pintura blanca que “renovó” el barco, 1957- el modo en que lo nuevo revitalizaba el tejido existente.
Nos preocupaba entender los materiales por lo que eran: lo “maderoso” de la madera 2, lo “arenoso” de la arena 3. Esto se vio acompañado por un rechazo a lo simulado, como los nuevos plásticos de la época: impresos y coloreados para imitar un producto anterior con materiales “naturales”. Un rechazo de ciertas mezclas, en particular con la tecnología, como la que por ejemplo se da en el salpicadero de nogal de un coche. Nos interesaba ver cómo las cosas podían convivir con la tecnología llegando a todos y a todos. Previmos que ocurría una reevaluación general de valores, puesto que “leímos” en profundidad las imágenes-aspiración que ofrecían las revistas, el enfoque de la sociedad de consumo. 
Nuestra respuesta a la década de 1940 – para nosotros, “diseño” era una palabra tabú – nunca pretendió ser negativa. Al “posicionarnos” rechazamos las actitudes literales y literarias entonces en boga, pero para nosotros demasiado simples, representadas por los escritos de Herbert Read para los intelectuales de inclinación socialista. Éramos la generación que se desligaba de la política, puesto que ésta ya no era apropiada para nuestras necesidades. La nuestra era una actividad intelectual, que implicaba un interés por la “alfabetización” en el lenguaje de la arquitectura. Trabajábamos con la fe puesta en que el edificio en proceso gradualmente revelaría sus propias reglas para su forma requerida.
La estética de lo “así hallado” alimentó la invención de la “estética aleatoria” de todos nuestros ideogramas, diagramas y teorías del cluster, que llevamos primero al CIAM 9 en Aix-en-Provence, después a la Sarraz y finalemente al CIAM 10 en Dubrovnik.